Cuáles son los principales tipos de caza en España?
La actividad cinegética presenta en nuestro país una diversidad inusitada. La riqueza de las especies y ecosistemas que configuran la Península reconoce pocos rivales en el resto del mundo, lo que explica el extraordinario número de modalidades de caza que se practican y disfrutan aquí.
Con mayor o menor seguimiento, la batida, el rececho, la montería, la caza en mano y un largo etcétera de tipos de caza en España permiten ‘saborear’ esta pasión con los procedimientos y técnicas que se prefieran. Esta variedad quizá sea la causa de que nuestro país se sitúe en el segundo puesto del ranking de países europeos con el mayor número de practicantes de la caza, con alrededor de 850.000 licenciados, según datos recientes del Círculo Fortuny.
De la montería al gancho: estos son los tipos de caza más practicados en España
Montería
La montería presume de ser la modalidad de caza mayor en España más popular, perfectamente adaptada en sus técnicas a las condiciones del monte mediterráneo, así como a dos de sus especies más representativas: el jabalí y el ciervo, sin desmerecer a muflones y gamos.
Los cazadores, en una montería, se organizan en grupos de diez a veinte miembros y realizan una batida de la ‘mancha’ o superficie determinada de un territorio. Se ayudan de rehalas y de asistentes encartados de levantar y de orientar a sus presas en dirección a los puestos de caza. Las dimensiones de la mancha superan las 200 hectáreas y pueden albergar de veinte a cuarenta puestos.
Batida
En la batida, variante de la montería, se emplean únicamente asistentes humanos, y las cuadrillas y puestos de caza se organizan de forma distinta: las primeras en grupos de dos y los segundos distribuidos en una línea que controla la huida de las presas. Por definición, es la «acción de batir el monte para que las reses que haya salgan a los puestos donde están esperando los cazadores», citando la Real Academia de la Lengua Española (RAE).
Rececho
En respuesta a qué tipos de caza hay en España, el rececho ocupa un lugar destacado entre las modalidades con mayor seguimiento nacional. Como indica su nombre, los cazadores acechan sigilosamente a la presa localizada hasta encontrarse a distancia de tiro, bien aproximándose al animal, bien esperando su venida en un puesto de caza. Para los practicantes del rececho, son trofeos apropiados el ciervo, el jabalí, el arruí, el corzo, el gamo y el muflón.
Gancho
El gancho se presenta también como una variante de la montería, compartiendo muchas de las características de esta modalidad, pero difiriendo en aspectos menores, como la limitación a quince del número de cazadores o la posibilidad de prescindir de rehalas que en ningún caso superarán los cuatro perros. Además, la organización de los puestos de caza es más similar a la batida que a la montería propiamente. Por todo lo anterior, el gancho posee una nutrida comunidad de seguidores, siendo uno de los métodos de caza más interesantes para el neófito y el veterano.
Espera
En la espera o aguardo, los cazadores adoptan una actitud más pasiva que en el rececho. Frecuentemente, se apostan en zonas señalas a la caída de la tarde durante varias horas, evitando perturbar una caza formada mayormente por jabalíes, hasta que esta se decide a abandonar su madriguera, a veces en noches de cuarto creciente o de luna llena. Precisamente, espera es el nombre que recibe el «puesto para cazar esperando a que la caza acuda espontáneamente o sin ojeo», según la RAE.
En mano
La caza en mano es otro de los tipos de caza que existen en la Península. La practican grupos reducidos de cazadores, con ayuda o no de rehalas, rastreando de manera coordinada la caza para capturarla. Dispone de múltiples variantes, como la caza a diente en mano, consistente en la formación de cuadrillas con un máximo de 3 canes por persona que cazan sin armas de ningún tipo.
Al menos una mención merecen disciplinas con notable seguimiento en tierras españolas, como la cetrería, el ojeo, la ronda, el lanceo o la caza con arco, entre otras formas de cazar que permiten disfrutar de esta afición a la medida de los propios gustos y necesidades.