Todo lo que necesitas saber sobre la caza con arco en España

29/04/2024
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Desafiante, silenciosa y ética: la caza con arco en España es una disciplina inigualable que sorprende por su autenticidad e inmersión. En ninguna otra modalidad de caza en España se experimenta una lucha tan directa, casi cuerpo a cuerpo, con la especie a abatir. Para quienes dan sus primeros pasos, la creciente legislación y los requisitos para la tenencia y transporte del arco suponen una barrera de entrada, en absoluto insalvable.

El territorio español abunda en terrenos destinados a la actividad cinegética (más de 26.000, según el último sondeo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente). De ahí que existan un sinnúmero de cotos de caza con arco que fomenten la adopción de este arma milenaria, cuyos primeros vestigios se remontan 20.000 años en el tiempo. Lo lógico es adquirir un arco de factura profesional, salvo que el tiempo y el gusto por la artesanía nos impulsen a fabricar una versión propia.

En la actualidad, se comercializan tres tipos de arcos aptos para la caza: el arco recto o longbow, el arco compuesto y el arco de poleas, ordenados aquí de menor a mayor complejidad técnica. Entre las marcas punteras, destacan las estadounidenses Bear, Hoyt y PSE, la italiana Ragim y la alemana Rudi Weick, sin olvidar Great Plains, Iron Will, Mathews y Bowtech, entre otras.

La elección del arco de caza está condicionada por la morfología y habilidad del cazador. El peso de estiramiento, por un lado, determina la fuerza precisa para tensar las extremidades del arco e imprimir la potencia deseada, que se mide en libras. A los adultos se les recomiendan unidades con un peso de estiramiento de 20 a 30 libras, mientras que los menores de edad deben comenzar su andadura con pesos de 10 a 15 libras.

Otro criterio básico es el tamaño del arco, elegible no en función del gusto del practicante, sino de su estatura. A las personas de 1,50 metros aprox. les convienen unidades de 62″, mientras que las de 1,85 metros deben decantarse por modelos de 30″ o de 28″.

Respecto a la letalidad del arco, sus aplicaciones cinegéticas no conocen límites. Este método ancestral se ha empleado con éxito contra pequeños y grandes mamíferos. De hecho, los pueblos indígenas de Malí y Níger abaten al león con arco desde la antigüedad, y esta misma arma también es eficaz contra leopardos, rinocerontes, búfalos o elefantes, algunos de los cuales superan las cinco toneladas de peso.

Por su selectividad, la caza de venado con arco y de otras especies es compatible con el aprovechamiento cinegético. Sin embargo, existen límites éticos que deberían persuadir al cazador de lanzar su flecha: la fuerza y la precisión —que serán abordadas en el siguiente punto— condicionan la especie a la que se debe o no disparar, pues los kudús, alces y otros mamíferos pesados requieren una fuerza mínima de 70 a 80 libras, difíciles de imprimir con suficiente precisión para los principiantes en la caza con arco y flecha.

Postura, fuerza y precisión, esenciales en la caza con arco

Para perfeccionarse en la caza de animales con arco, es importante cuidar la postura. Los pies deben situarse en paralelo a la línea de tiro, a la misma distancia que los hombros, mientras que el torso se mantendrá en un ángulo de 45 grados y la espalda y los brazos —que hacen las veces de ‘trípode’ de nuestro arco— permanecen rectos, para conseguir la máxima estabilidad. 

El control de la respiración influye en la precisión del disparo, al igual que el punto de anclaje, esto es, la posición final de la mano al tensar la cuerda y aproximarla al rostro. Los practicantes con arco compuesto suelen usar la mandíbula como punto de anclaje, mientras que los de arco tradicional o longbow usan la comisura de la boca. Antes de liberar la flecha, debe moderarse la respiración y exhalarse suavemente. Con ello, se eliminan los movimientos involuntarios de la caja torácica.

En la caza de codorniz con arco, la potencia revista una menor importancia que en la caza mayor, donde las fuerzas deben dispararse con una fuerza elevada para penetrar adecuadamente. La dificultad en la siguiente: a mayor fuerza, menor precisión. Es recomendable encontrar un cierto equilibrio y limitar la caza a aquellas especies que puedan abatirse con seguridad.

En vista de lo anterior, es lógico esta modalidad cuente con un ‘arco’ de aprendizaje más prolongado que la caza a diente en mano, a rececho, con reclamo, con aves rapaces u otras disciplinas.

¿Es necesaria una licencia para cazar con arco en España?

Es obligatorio disponer de tarjeta deportiva y de licencia nacional para cazar con arco en España. De acuerdo con el Reglamento de Armas, «para la adquisición de los arcos, en base a la reglamentación de armas que clasifica los arcos en la 7ª categoría, punto 5, es necesaria la tenencia de tarjeta deportiva en vigor, entendiéndose como la expedida por la Federación de Caza correspondiente». 

En este sentido, debe considerarse que en nuestro país, la Real Federación Española de Caza (RFEC) convive con sus equivalentes provinciales, como la Federación Madrileña de Caza o la Federación Galega de Caza.

Por lo demás, este perfil de cazador no goza de privilegios sobre el resto y debe tramitar una licencia de caza y un seguro de responsabilidad civil. En ciertas CC.AA., además, se ha legislado de forma más o menos restrictiva sobre esta modalidad. Es el caso de Vizcaya, La Rioja, Aragón o Extremadura, cuyos residentes acertarán al ampliar y completar esta información de acuerdo con su situación específica.

En síntesis, el aficionado necesita la tarjeta deportiva, la licencia de caza y el seguro correspondiente. Con estos documentos, está legitimado para disfrutar de la caza con arco con licencia.