Aprovechamiento cinegético: una definición y cinco beneficios que explican su importancia

11/09/2023
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El aprovechamiento cinegético se ha revelado como un instrumento eficaz para el control de las poblaciones animales, la mejora de las economías del medio rural y la preservación de las especies en riesgo.

Este concepto, de popularidad y urgencia crecientes, y que involucra a cazadores, responsables de cotos y administraciones públicas por igual, está vigente en forma de planes en las distintas Comunidades Autónomas. Históricamente, numerosas leyes y ordenanzas han puesto el foco en el valor económico de esta actividad y la búsqueda de un equilibrio entre la explotación y la conservación de la caza, como demuestra la Ley de Caza de 1902.

Sin embargo, el aprovechamiento cinegético ha cobrado una nueva dimensión en tiempos recientes, por la necesaria alianza de la caza con el medio ambiente y la sostenibilidad de una actividad vital para las sociedades rurales, capaz de poner ‘coto’ a la despoblación rural.

¿Qué es el aprovechamiento cinegético?

Un instrumento destinado a regular la cantidad y forma en que se obtienen las especies cinegéticas, atendiendo a su estado de conservación y persiguiendo en última instancia la preservación de hábitats naturales: esta es la definición de aprovechamiento cinegético.

El debate sobre la riqueza cinegética se ha intensificado en los últimos años a causa del perfeccionamiento de los métodos de caza y del aumento de la actividad del sector. Así, el concepto de aprovechamiento cinegético, que involucra a la pesca además de la caza, pretende una mejora de la responsabilidad en el ejercicio de estas actividades, a fin de hacerlas más sostenibles.

Para su desarrollo, las leyes y planes de aprovechamiento cinegético se sirven de la creación y uso obligatorio de licencia de caza que facilitan la gestión del número de cazadores en activo, así como de permisos de armas que permitan registrar y monitorear los métodos de caza utilizados, ya sean con fines deportivos o de supervivencia.

En esencia, las regulaciones vinculadas al aprovechamiento cinegético pretenden salvaguardar aquellas especies que estén en riesgo de extinción y mantener el número de animales cazados en niveles sostenibles, sin permitir ni su captura indiscriminada, ni el desbordamiento de sus poblaciones (véanse las plagas de conejos, de jabalíes, etcétera).

Aclarado el significado de aprovechamiento cinegético, es útil ahondar en términos estrechamente relacionados, como el de ‘terreno cinegético’, que describe todo espacio natural destinado a la captura de fauna silvestre con el debido seguimiento de las normas reguladoras de la caza vigentes en la CC.AA. correspondiente.

Cuando las autoridades hablan del ‘impuesto sobre aprovechamientos cinegéticos’, define este al tributo que deben abonar los cotos como gravamen directo a las actividades pesqueras y de caza. Cada CC.AA. tiene su propio impuesto, como el IAC (Impuesto sobre Aprovechamientos Cinegéticos) impulsado por la Junta de Extremadura. Por otra parte, el ‘uso cinegético’ es un término más amplio, aplicable a cualquier acción encaminada a la obtención de carne y otros usufructos de la caza.

¿Por qué son necesarios los planes de aprovechamiento cinegético?

Protección de especies cinegéticas

Sin planes de aprovechamiento cinegético, el sector de la caza podría tener un impacto negativo sobre la fauna salvaje. La emisión de licencias y permisos, así como el establecimiento de cupos, desempeñan un papel importante en la conservación de las especies cinegéticas de los diferentes tipos de coto que existen.

Búsqueda de sostenibilidad del sector

Las estrategias de aprovechamiento cinegético mantienen todas las actividades del sector dentro del marco legal, con el acatamiento de la Carta Europea de la Caza, del Consejo de Europa, así como de la legislación española. Así, la Real Federación Española de Caza viene fomentando las buenas prácticas de gestión cinegética, velando por su impacto positivo en la sociedad y en el medio rural.

Mejora de las economías rurales

El desarrollo de un plan de aprovechamiento cinegético también persigue la generación de riqueza y puestos de trabajo en el mundo rural. La despoblación y otras amenazas mantienen en jaque a estas economías, golpeadas por décadas de abandono estatal, que hoy reconocen en la actividad cinegética uno de sus principales motores.

Precisamente, este es uno de los mayores argumentos a favor de la caza, que en sí misma puede impactar incluso negativamente sin un plan que convierte los preciados trofeos de los cazadores en fuente de riqueza y bienestar para las poblaciones autóctonas.

Favorecimiento de técnicas de caza sin sufrimiento

Las CC.AA. se sirven de estos planes para fomentar las técnicas cinegéticas que implican un menor sufrimiento para el animal y el máximo respeto para su hábitat natural. De hecho, el sector lleva décadas reinventándose en pro de estos objetivos, que han desempeñado un papel significativo en el boom de la caza con arco, considerada una de las más selectivas y menos estresantes para la presa.

Por el contrario, el aprovechamiento cinegético ha tendido a restringir una minoría de prácticas que, por su imprecisión o posible crueldad, son incompatibles con las metas antes citadas. Claro ejemplo de lo dicho es el uso de lazos, perchas y otras trampas, cuya tenencia y uso están completamente prohibidos, so pena de multas que alcanzan cifras elevadas.