¿Por qué la caza es tan necesaria?

30/11/2023
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La caza no es solo una actividad recreativa, ni ha de catalogarse como pasatiempo deportivo a secas: es mucho más que eso. Su impacto económico, social y medioambiental sitúan cualquiera de las modalidades cinegéticas en un plano más elevado y trascendental.

Porque la caza es necesaria, goza de un estatus de protección y de fomento en todos los países de la Unión Europea. Incluso, disciplinas como la cetrería han sido declaradas como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Todo ello en contra de las medidas restrictivas que ciertas ONGs y formaciones políticas vienen sugiriendo (por ejemplo, los estados miembros rechazaron en 2021 la prohibición de la caza en el 10% del suelo europeo), a menudo desde un total desconocimiento del medio rural y de sus necesidades.

El sector cinegético, uno de los motores económicos del mundo rural

La despoblación, el desempleo o el abandono del patrimonio natural son grandes amenazas para el medio rural. ¿El sector que más y mejor combate estos males? En efecto, el cinegético. Con razón, casi el 90% de la superficie nacional está considerada como territorio cinegético. Y es que esta actividad aporta alrededor de 6,5 mil millones de euros al PIB nacional.

Es necesaria la caza, por tanto, porque contribuye activamente al desarrollo de localidades y regiones campestres. Las partidas de gasto del cazador medio son apabullantes: transporte, alojamiento, munición, armería, víveres, veterinario, licencias, ropa y complementos, turismo, etcétera.

Finalizada la jornada de caza, los practicantes siguen inyectando recursos económicos al mundo rural. Los servicios de recogida y aprovechamiento de la carne, por ejemplo, desempeña un rol vital en la gestión sostenible de recursos orgánicos. Los taxidermistas, por su parte, dan la oportunidad al cazador de conservar el animal naturalizado, para admirarlo en todo su esplendor, con los permisos legales pertinentes.

Además, la caza genera más de 187.000 empleos: veterinarios, armeros, guardas de cotos y dehesas, investigadores y otros profesionales dependen de este sector. Llanamente, ¿por qué es bueno cazar animales? Porque sin este arte milenario se perderían un 0,3% del PIB anual y cientos de miles de puestos de trabajo.

La caza, una actividad con un impacto social beneficioso

La contribución social es otro de los argumentos a favor de la caza. Sólo en la Comunidad de Madrid se contabilizaron en 2022 más de 333 mil cazadores federados, según datos de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Cultura y Deporte. Rara vez las jornadas cinegéticas se disfrutan en solitario, pues también los amigos y familiares participan en mayor o menor medida, aunque solo sea en calidad de espectadores.

La caza de animales no estriba únicamente el rastreo, aguardo y abatimiento de la pieza deseada. Para los más pequeños, la experiencia supone una educación útil para aprender y sensibilizarse sobre el medio ambiente y la sostenibilidad. Dado su arraigo en ciertas comunidades, la caza actúa como elemento unificador de familias y vecinos.

A la vista de estos beneficios, el debate de la caza de animales debe contemplar su valor social, no centrarse interesadamente en la muerte en sí, que además se produce en estado natural a través de la depredación (un comportamiento que los seres humanos «llevamos en los genes», según reconoce el Dr. Juan Carranza, catedrático en biología de la Universidad de Córdoba).

La caza y su efecto regulador sobre las poblaciones animales

Una consultas fugaz de los ataques de jabalís a personas encontrará un boom de heridos y decesos en Navarra, Cantabria, Cataluña, Galicia y otras CC. AA. que, casualidad o no, implementaron medidas proteccionistas para este preciado mamífero de la Península.

La actividad cinegética es una herramienta clave para el control de especies animales. Cuando falta, el efecto es simple: la sobrepoblación. Sirva de ejemplo la limitación de la caza de conejos, un mamífero lagomorfo de aspecto inofensivo que, sin embargo, devastó la agricultura de un centenar de pueblos aragoneses en 2018. ¿El resultado? El Gobierno de Aragón abogó por la caza como «el método más eficaz para el control a gran escala del conejo».

Lo anterior explica, sin más adornos, por qué es importante la caza de animales como el ciervo, el corzo, el gamo o el jabalí. En cantidad y forma sostenible, la actividad cinegética impide la proliferación de plagas y mantiene a raya la propagación de epizootias.